EDITORIAL
Listo, el sábado tenemos nuestro primer taller de foto en el D. F., gracias a todos los participantes y a las bellísimas modelos. Pronto estaremos compartiéndoles las imágenes y las ilusiones.
Taller fotográfico de lencería y desnudo experimental:
Programa:
12:45 Cita en el kiosco de Santa María La Ribera
13:00 – 13:30 Breve repaso a encuadres, modos de toma, nivel de cámara, luces,
etcétera.
13:30 – 15:30 Fotografía con Vero Wera Peregrini
15:15 – 17:15 Fotografía con Vainilla Shibari
17:00 – 19:00 Fotografía con la modelo sorpresa
Durante las sesiones habrá oportunidad para que los fotógrafos hagan
planteamiento de tomas personalizadas con cada modelo. La lluvia de ideas y el
intercambio será parte fundamental del taller. Recuerden que el objetivo será
planear una exposición itinerante y la probable edición de una revista impresa.
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Entresuelo
Jaime Sabines
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Un rincón para la poesía
Por Rincón P. Pilar
Jaime Sabines
Un ropero, un espejo, una silla,
ninguna estrella, mi cuarto, una ventana,
la noche como siempre, y yo sin hambre,
con un chicle y un sueño, una esperanza.
Hay muchos hombres fuera, en todas partes,
y más allá la niebla, la mañana.
Hay árboles helados, tierra seca,
peces fijos idénticos al agua,
nidos durmiendo bajo tibias palomas.
Aquí, no hay mujer. Me falta.
Mi corazón desde hace días quiere hincarse
bajo alguna caricia, una palabra.
Es áspera la noche. Contra muros, la sombra
lenta como los muertos, se arrastra.
Esa mujer y yo estuvimos pegados con agua.
Su piel sobre mis huesos
y mis ojos dentro de su mirada.
Nos hemos muerto muchas veces
al pie del alba.
Recuerdo que recuerdo su nombre,
sus labios, su transparente falda.
Tiene los pechos dulces, y de un lugar
a otro de su cuerpo hay una gran distancia:
de pezón a pezón cien labios y una hora,
de pupila a pupila un corazón, dos lágrimas.
Yo la quiero hasta el fondo de todos los abismos,
hasta el último vuelo de la última ala,
cuando la carne toda no sea carne, ni el alma
sea alma.
Es preciso querer. Yo ya lo sé. La quiero.
¡Es tan dura, tan tibia, tan clara!
Esta noche me falta.
Sube un violín desde la calle hasta mi cama.
Ayer miré dos niños que ante un escaparate
de maniquíes desnudos se peinaban.
El silbato del tren me preocupó tres años,
hoy sé que es una máquina.
Ningún adiós mejor que el de todos los días
a cada cosa, en cada instante, alta
la sangre iluminada.
Desamparada sangre, noche blanda,
tabaco del insomnio, triste cama.
Yo me voy a otra parte.
Y me llevo mi mano, que tanto escribe y habla.
ninguna estrella, mi cuarto, una ventana,
la noche como siempre, y yo sin hambre,
con un chicle y un sueño, una esperanza.
Hay muchos hombres fuera, en todas partes,
y más allá la niebla, la mañana.
Hay árboles helados, tierra seca,
peces fijos idénticos al agua,
nidos durmiendo bajo tibias palomas.
Aquí, no hay mujer. Me falta.
Mi corazón desde hace días quiere hincarse
bajo alguna caricia, una palabra.
Es áspera la noche. Contra muros, la sombra
lenta como los muertos, se arrastra.
Esa mujer y yo estuvimos pegados con agua.
Su piel sobre mis huesos
y mis ojos dentro de su mirada.
Nos hemos muerto muchas veces
al pie del alba.
Recuerdo que recuerdo su nombre,
sus labios, su transparente falda.
Tiene los pechos dulces, y de un lugar
a otro de su cuerpo hay una gran distancia:
de pezón a pezón cien labios y una hora,
de pupila a pupila un corazón, dos lágrimas.
Yo la quiero hasta el fondo de todos los abismos,
hasta el último vuelo de la última ala,
cuando la carne toda no sea carne, ni el alma
sea alma.
Es preciso querer. Yo ya lo sé. La quiero.
¡Es tan dura, tan tibia, tan clara!
Esta noche me falta.
Sube un violín desde la calle hasta mi cama.
Ayer miré dos niños que ante un escaparate
de maniquíes desnudos se peinaban.
El silbato del tren me preocupó tres años,
hoy sé que es una máquina.
Ningún adiós mejor que el de todos los días
a cada cosa, en cada instante, alta
la sangre iluminada.
Desamparada sangre, noche blanda,
tabaco del insomnio, triste cama.
Yo me voy a otra parte.
Y me llevo mi mano, que tanto escribe y habla.
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Desde el alma de Alma Beatríz
Por Beatríz Fernández
Me agrediste sin cansarte, permanezco agonizante entre
manchas de sangre y con el corazón desgarrado, contemplando todo sin que la
cordura se me escape, sosteniendo la mirada un segundo basta para que la locura
me invada y atónita, seguir perdida en el veneno…
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PRINCESA
No te he visto aún, pero sé que existes,
porque todos los días me despierto pensando en ti,
sintiendo tus manos dibujar mi cuerpo dormido
y aquí te sigo esperando porque sé que existes.
Te he soñado muchas noches aun sin conocerte,
he soñado despertar junto a ti y fundirnos en una vida
juntos.
Quiero ser tu magia, tu sueño, tu realidad, tu vida, tu
esperanza,
quiero despertarte cada mañana con dulces besos y tiernas caricias,
quiero que me sientas desde tu despertar hasta que caiga la noche y el cansancio te haga dormir,
quiero estar en esas noches junto a ti, y decirte muy bajito lo mucho que me gusta estar contigo, lo mucho que te deseo y lo mucho que me provocas
quiero despertarte cada mañana con dulces besos y tiernas caricias,
quiero que me sientas desde tu despertar hasta que caiga la noche y el cansancio te haga dormir,
quiero estar en esas noches junto a ti, y decirte muy bajito lo mucho que me gusta estar contigo, lo mucho que te deseo y lo mucho que me provocas
y susurrarte al oído cuánto te necesito…
....DESPIERTO Y SIGO EN MI TORRE CADA VEZ MÁS VIEJA Y RAÍDA,
AGUARDANDO POR TI, MI MÁGICO AMOR...
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Sociales
http://www.elciudadano.cl/2013/09/15/82491/13-consejos-para-desintoxicar-nuestro-cuerpo-cuidando-el-higado/
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Francisco Caviedes
Por Caviedes
"Entre las muchas formas de combatir la nada, una de las
mejores es hacer fotografías.”
Julio Cortazar
Si usted visita el muro de este fotógrafo se dará cuenta que su apreciación a lo estético es directamente proporcional a su compromiso social. Caviedes es un personaje humanitario, característica cada vez más difícil de encontrar. A través de sus constantes denuncias, permite un ligero avistamiento a un ciudadano afable, de este mismo modo: permite ligeros avistamientos de luz sobre cuerpos desnudos.
En apreciación mía, Éric Marváz, como fotógrafo o persona vale la pena trabajar con él y seguir dentro de sus amistades.
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Jaicusiando
Por Juan Machín
Días y noches
Te quiero en mi cama
Desnuda, siempre
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Versos como balas
Por Agathokles
Pasa que no siempre el corazón lo tengo en la misma parte,
lastima en el pecho, lo destierro,
lo pongo en las manos, lo escupen,
lo pongo en los ojos, me tachan de rijoso,
a veces baja solo a la entrepierna y pierdo el decoro,
la nostalgia de tener un corazón nómada y a veces libertino,
le gusta jugar al amor de cabaret, al amor fingido,
el corazón llama y prende, explota, se vuelve tormenta,
se torna roca si no besas, se vuelve Dios si vuelas,
ahí el corazón muy sencillo, muy queriéndote…
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El vídeo de hoy...
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El Rinconcito
Esta semana:
Foto amateur que llegó a la redacción:
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Si leer es un placer...
A partir de esa época, Simone contrajo la manía de quebrar huevos con su culo. Para hacerlo se colocaba sobre un sofá del salón, con la cabeza sobre el asiento y la espalda contra el respaldo, las piernas apuntando hacia mí, que me masturbaba para echarle mi esperma sobre la cara. Colocaba entonces el huevo justo encima del agujero del culo y se divertía haciéndolo entrar con agilidad en la división profunda de sus nalgas. En el momento en que el semen empezaba a caer y a regarse por sus ojos, las nalgas se cerraban, cascaban el huevo y ella gozaba mientras yo me ensuciaba el rostro con la abundante salpicadura que salía de su culo.
Muy pronto, como era lógico, su madre que podía entrar en el salón de la casa en cualquier momento, sorprendió este manejo poco común; esta mujer extraordinariamente buena, de vida ejemplar, se contentó con asistir al juego sin decir palabra la primera vez que nos sorprendió en el acto, a tal punto que no nos dimos cuenta de su presencia. Supongo que estaba demasiado aterrada para hablar. Pero cuando terminamos y empezamos a ordenar un poco el desastre, la vimos parada en el umbral de la puerta.
—Haz como si no hubiera nadie —me dijo Simone y continuó limpiándose el culo.
Y en efecto, salimos tan tranquilamente como si se hubiese reducido a estado de retrato de familia.
Fragmento de Historia del ojo.
Georges Bataille.
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Casa de citas
«Todo lo que ocurre, ocurre. Todo lo que, al ocurrir, origina otra cosa, hace que ocurra algo más. Todo lo que, al ocurrir, vuelve a originarse, ocurre de nuevo. Aunque todo ello no ocurre necesariamente en orden cronológico.»
Douglas Adams
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Nos vemos el sábado, buena fortuna para todos.
https://www.facebook.com/eva.bustani.d?fref=ts
cafe_dona_julia@hotmail.com
04455-4071-1578
$80 el medio kilo
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